EL NUBEIRO: Senegal (En Badian II)

Después del desayuno colocamos y distribuimos la ayuda humanitaria. La vamos separando en bolsas, para llevarlas a los diferentes poblados. Hemos venido muy cargados, al juntarlo todo parece mentira que entre 10 personas hayamos juntado tantas cosas, principalmente ropa y material escolar. En todo caso no es suficiente para cubrir las necesidades del poblado de Badian, quiza esta ayuda sirva para limpiar la conciencia de los toubas que la hemos traido, para hacernos sentir bien como personas generosas, no lo se. Espero que sirva para contribuir al bienestar de los malenke de Badian, aunque sea en una pequeña medida que contribuya a tener una semana, un dia, o al menos unos minutos de comodidad y bienestar para algunos de sus habitantes.

Después nos vamos a jugar con unos niños, inflamos una pelota de playa y comenzamos a sudar...

Las niñas no suelen jugar, hacen otras cosas. Las diferencias de genero son muy evidentes, tampoco es que los niños se libren del trabajo, a ellos les toca ir a espantar pajaros a los cultivos, pero si se ven unos roles de genero muy marcados, cosa que también sucede en nuestra cultura occidental, quiza de un modo más sutil.

Más tarde visitamos Badian, llevamos una de las bolsas que hemos llenado con la ayuda. Visitamos el pozo construido por campamentos solidarios y el molino que también ha donado la asociación. Una comitiva de alegres niños nos sigue a todas partes, conocemos a mama Binta.

Después de comer visitamos el poblado Bassari de Saint Etienne, allí nos explican curiosas costumbres Bassari , al parecer la virginidad no esta muy bien vista entre las casaderas, por eso para probar la fertilidad al llegar a la "mocedad" meten a chicos y chicas en una choza para que retocen tods juntos, los niños nacidos de estos encuentros son educados y criados entre todo el poblado (comentarios sobre los deseos de haber sido Bassari en la juventud entre los asistentes). Cuando llegamos bajan del monte los jovenes Bassari que estan con el ritual de iniciación, han bebido vino de palma y estan contentillos. Me recuerdan a los quintos en los pueblos de Castilla celebrando la mayoria de edad