sábado, 24 de noviembre de 2012

Miliki , la muerte y las emociones

Hace ya unos dias se murió Miliki, pero no es de la muerte de Miliki en concreto de lo que quiero escribir. Cuando muere alguien famoso, sobre todo si se ha dedicado al   espectáculo, muchas personas se conmueven, les afecta esta muerte como si se tratara de un familiar. Personalmente no soy de mitificar a nadie, por muy bien que cante o actúe y muchas veces no comprendo como es posible que personas que realmente no conocían al difunto famoso lloren, escriban pesames o acudan a capillas ardientes.
Con la muerte de Miliki se me ha clarificado algo que ya intuía y que seguramente el incauto lector de este post ya sabe, en ese caso puede dejar de leer. Lo que vengo a decir (que expresión tan usada)   es que realmente no nos da pena de que se muera Miliki o la celebridad que sea, lo que nos da pena es ver como desaparece, se desvanece un fragmento de nuestra vida. En el caso de Miliki es la prueba fehaciente de que aquellas meriendas frente al televisor viendo los payasos de la tele ya no volverán, quedarán diluidas como lágrimas entre la lluvia, o mejor dicho como el colacao en la leche. Ya podias haber cateado 3 asignaturas, te podia haber pegado el chulito de la clase, o sucedido cualquier desgracia en ese paraiso de la infancia lleno de demonios, que los payasos te hacian olvidarlo todo. De algún modo asociamos parte de nuestras emociones a ciertos personajes, personajes que realmente son personas de carne y hueso, con todos nuestros defectos, entre ellos el defecto de morirse. Las condolencias realmente son para esa parte de nuestro pasado sentimental que ya no regresará jamás, en la capilla ardiente yace nuestra sonrisa inocente, nuestro primer y casto beso, nuestra felicidad y nuestro consuelo. Además pertenezco a una generación precoz para la nostalgia, quizá sea porque no vemos un futuro muy luminoso a pesar de estar en mitad de la vida. Uf que serio acaba esto Miliki añadiría un nanania nananiana, nana naniana

domingo, 11 de noviembre de 2012

Sin ideas para escribir

Las ideas para escribir en este blog me vienen cuando no tengo el ordenador a mano, ni tiempo para escribir, debe ser lo que les pasa a los políticos, que las ideas para arreglar el país les vienen cuando están en la oposición o en campaña electoral.
El caso es que ahora tengo un rato, pero ninguna idea, que extraño es esto de la creatividad, que difícil enfrentarse al espacio blanco para rellenar. Lo bueno y lo malo de este blog es que no tiene un tema fijo, no es más que un lugar donde escribir sobre lo que me viene a la cabeza, o sobre lo que no me viene a la cabeza como pasa ahora. Cosas de las que hablar hay muchas, pero ahora tampoco tengo el cuerpo para hablar de ciertas cosas, de esas que nos hacen caer en la desesperanza, de las que se llenan los periódicos.
Como dije al principio, cuando no tengo unas teclas que aporrear cerca, se me ocurren muchas y buenas ideas, pero parece que al ver al ordenador delante las ideas se espantasen y saliesen en desbandada. Veo que me repito, que este post que he parido nunca llegará a ser nada en la vida, ¿o si?, todas las cosas, las ideas y ya no digamos las personas llegan a ser algo en la vida. Probad a escribir aunque no tengáis de que, creo que es terapéutico, se le ventilan las neuronas a uno durante un momento, aunque no escriba de nada como en este caso. Claro que bien pensado es terapeutico para el que escribe, el que lee debe aburrirse como una ostra y posiblemente no llegue a leer este final anodino y simplón.