jueves, 16 de febrero de 2012

Aprendiendo las prisas en el tobogan

En el parque infantil se aprende mucho sobre el comportamiento humano en la sociedad actual, sobre el comportamiento y las obsesiones y mecanismos que nos mueven. En concreto en el tobogan de los mas peques (1,2 o 3 años) es corriente ver como papá o mamá apresuran a su vastago para que suba la escalera del tobogan, "venga que hay nenes esperando", los nenes y las nenas no suelen dar muestra de impaciencia, no parecen tener ninguna prisa por subir, pero los adultos se empeñan en meter prisas, a veces alzan al niño/a hasta arriba del tobogan, "pero mira que eres lenta". Parece que los adultos quieren que los peques reproduzcan el ocio actual consistente en acumular experiencias sin ton ni son, como si la diversión consistiese en tirarse muchas veces y deprisa por el tobogan. He aprendido de mi hijo a disfrutar con calma, sin prisas y jamas se me ocurriria azuzarle para que suba.
En el parque se podrian hacer extensas tesis sobre antropologia o sociologia, pero por hoy ya vale

2 comentarios:

juanguete dijo...

es como lo de compartir todos los juguetes en el parque. ¿Acaso tu compartes, como adulto, tu coche, tu casa, tu móvil?. Enseñamos coonductas a los peques que no reproducimos como adultos.

Anónimo dijo...

Observo en los adultos una cierto olvido de lo que significaba ser un niño, de cuánto disfrutábamos con los pequeños momentos, de lo que nos concentrábamos con objetos cotidianos, del tiempo presuntamente perdido jugando... ¿Qué es lo que hace que nos olvidemos? ¿Por qué no recuperamos la idea de perder el tiempo? Haciendo ese "nada" es cuando más aprende un niño.